Como todos sabemos, el sector antiguo de Valparaíso fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en julio de 2003: Ciudad Puerto en que atracan cruceros con pasajeros provenientes de diversas partes del mundo.

¿Pero la ciudad de Valparaíso está en condiciones de recibir todo tipo de visitantes?

Como guía de turismo tuve la experiencia de trabajar con un matrimonio, en que uno de los cónyuges presentaba una discapacidad física, por lo que necesitaba movilizarse en silla de ruedas.

En conocimiento de lo anterior, al planificar el tour, ya visualizaba los problemas que podría enfrentar en lugares típicos de la ciudad y que son imperdibles para los visitantes que contratan un tour durante su visita a Valparaíso.

Si de problemas se trata, a continuación paso a describir lugares y situaciones conflictivas que deben enfrentar los visitantes:

  • Mirador Cerro Barón: En el lugar, pese a lo promocionado que es, no existe un burladero para que los vehículos de turismo estacionen, y así los turistas puedan bajar con tranquilidad, qué decir de los visitantes que deben utilizar sillas de ruedas o bastones. El solo llegar se constituye en un problema para disfrutar del mirador. Los discapacitados generalmente toman algunas fotografías desde el vehículo que los traslada, con los bocinazos de buses y taxis colectivos como banda sonora de fondo.
  • Ascensor Polanco: Atractivo resulta la colocación de adoquines en la subida, pero al llegar al ascensor mismo, pero en el lugar existen escalas y máquinas por donde el visitante discapacitado o impedido, simplemente no puede subir.
  • La Sebastiana: Tiene una vía donde se estacionan autos, vehículos de de turismo, minibuses y buses de hasta 45 pasajeros. Para el visitante discapacitado es toda una aventura bajar la silla de ruedas y cruzar las dos vías restantes que tienen tránsito en doble sentido.
  • Paseos Atkinson y Gervasoni: Sólo se puede acceder hasta donde comienzan, siempre y cuando el visitante vaya acompañado, ya que existen barreras que impiden el paso de una silla de ruedas, además que la bajada presenta una pendiente fuerte, lo que pone en peligro la integridad física del visitante.
  • Paseo 21 de Mayo: Se puede llegar sólo hasta donde está el Retén de Carabineros – y con mucho cuidado – si el turista se interesa en visitar la Feria de Artesanía, lo que escasamente ocurre. Además es Imposible acceder a la glorieta ubicada en el lugar para tener una vista panorámica de todos los cerros, las escalinatas y la separación de la madera de base dificultan cualquier intento.

Las dificultades anteriormente descritas, que son sólo una muestra de lo que en realidad ocurre en la “ciudad patrimonial”, cabe preguntarse si realmente somos “La Perla del Pacífico” en materia turística. Pareciera que no, ya que no basta tener bellos paisajes para que el visitante venga a disfrutar, también se requiere del desarrollo turístico en todas sus áreas, entre ellos, los servicios que se brinden a los turistas discapacitados, ya que los dólares o euros que gastan en la ciudad, son tan importantes como los de los visitantes sin discapacidad.

Punto aparte y materia de una próxima colaboración, dice relación con la basura que se encuentra en cualquier lugar, los perros vagos, cables en desuso que impiden la visibilidad de las bellezas de la zona, los rayados de muros y casas que no respetan patrimonio alguno, grafitis que han destruido incluso el Museo a Cielo Abierto o importantes monumentos de la ciudad. La lista es larga y podría continuar, pero sólo deseo dar una voz de alerta en un tema que sólo se toca una vez al año o cada dos como será este debido a las elecciones de gente que no se preocupa del desarrollo del turismo, a pesar que lo pregona a los cuatro vientos.

Fuente: login.cl

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