Los obstáculos que presentan las ciudades por la falta de accesibilidad al alcance de todos. Esto es precisamente lo que se ha intentado mostrar a los participantes en ‘Un paseo sobre ruedas y mucho más’ organizado dentro de los Paseos de Jane Jacobs que sirven para homenajear a esta urbanista e intelectual canadiense el fin de semana en el que hubiera celebrado su cumpleaños.
¿Cómo se ve Córdoba sin vista? ¿Cómo se vive sin escuchar? Un recorrido por el casco histórico de esta capital andaluza ha permitido pasear por la judería sin utilizar los pies [a quien normalmente los usa para caminar] y disfrutar del Patio de los Naranjos de la Mezquita tan solo con el sentido del oído y del olfato. El objetivo no era otro que descubrir cómo la accesibilidad posibilita [o no] el uso y disfrute de la ciudad a todas las personas y, en especial, a las que caminan, ven, oyen y piensan de manera diferente a la mayoría de la población.
La arquitecta especializada en accesibilidad universal Beatriz Alcántara Alcalde se propuso organizar un paseo, dentro de la iniciativa ‘Los Paseos de Jane Jacobs’, con el fin de «reflexionar sobre si las ciudades son válidas para la diversidad de personas que la recorren diariamente». De esta manera participó en la convocatoria abierta que los organizadores de la iniciativa, Colaborativa y la asociación peatonal ‘A Pata’, pusieron en marcha y se ha convertido en la guía de uno de estos paseos, que ha contado con la colaboración de técnicos de la Federación Provincial de Asociaciones de Minusválidas Físicos y Orgánicos de Córdoba(Fepamic).
El recorrido, de una hora de duración, ha comenzado en la Torre de la Calahorra para continuar por el Puente Romano y la Puerta del Puente hasta llegar al Patio de los Naranjos de la Mezquita, donde ha tenido lugar una actividad para comprobar si los participantes eran capaces de llegar a la fuente utilizando para moverse únicamente el sentido del oído. El paseo ha continuado por la calleja del Pañuelo y la plaza Abades para concluir en La Ribera.
Alcántara ha explicado a ELMUNDO.es que algunos de los caminos de Córdoba resultan «incómodos» para personas que dependen de una silla de ruedas para desplazarse, que no ven o no oyen o tienen algún tipo de discapacidad intelectual. «Algunos recorridos son practicables pero no permiten la autonomía de las personas que tienen necesidades específicas. El objetivo de poner en marcha este paseo no es otro que reflexionar sobre los problemas a los que se enfrentan éstas diariamente». Este ‘Paseo de Jane’ se marcó reto cambiar la forma de ver la ciudad de todo aquel que ha participado y contribuir a hacer una sociedad más solidaria.
Fuente: El Mundo