Una de los objetivos del turismo, y de la ciudadanía en general, es adaptar los espacios a las personas que presentan diferentes discapacidades motrices.
En este marco, son varias las ciudades que buscan avanzar en estas experiencias, y ya algunas experiencias se encuentran en nuestro departamento.
Mar del Plata y Villa Gesell, por ejemplo, tienen en sus balnearios sillas anfibias para que personas con movilidad reducida puedan disfrutar del mar y de la playa, explica Alejandro López, fundador y director de la Red de Turismo Accesible.
Entre algunos de los destinos que avanzaron en ese sentido, destacan Puerto Madryn, el Parque Nacional Iguazú, Santa Rosa de Calamuchita, Mendoza, San Antonio de Areco, San Martín de los Andes, Ushuaia y Gualeguaychú, entre otros.
En su caso particular, Alejandro López pudo demostrar que no hay límites para cualquier persona que tenga la oportunidad de hacer turismo. Subió al cerro Champaquí, el más alto de las sierras de Córdoba con su hermano Pablo, y juntos hicieron rafting en las aguas del río Atuel, enSan Rafael.
El turismo accesible “es aquel que da respuestas principalmente a personas con discapacidad y/o aquellas con movilidad reducida, como mujeres embarazadas, adultos mayores y cardíacos, entre otros”, explicó el especialista.
En comparación con el resto del continente, Argentina se encuentra bastante más avanzada en este tipo de iniciativas, a pesar de que todavía falta un largo camino por recorrer, “aunque es importante que exista voluntad política y un trabajo mancomunado entre lo público y privado”, precisó López.
La importancia de este tipo de acciones para hacer que el turismo sea accesible a todas las personas está también reflejado en la Organización Mundial de Turismo (OMT), que realiza una serie de recomendaciones y que luego bajan a los países adheridos.
En el caso de Argentina, el Ministerio de Turismo tiene un programa de Calidad Turística con directrices de accesibilidad que son bajadas a las provincias y enviadas a los destinos turísticos y ahí, es el prestador quien se involucra o no, puesto que no son obligatorias.
Finalmente, se destaca que el turismo accesible “beneficia a los propios habitantes de la ciudad”, y en tal sentido, señaló que lo primero “es superar las barreras culturales y sociales, porque las barreras naturales no se pueden cambiar, pero sí se pueden adaptar”.
Fuente: Diario San Rafael