La ley lo exige, pero la mayoría no cumple con la adecuación para alojar a personas discapacitadas. Hoteleros lo admiten.
Villa General Belgrano, Mina Clavero, Villa Carlos Paz. “No tenemos habitaciones adaptadas pero, si viene alguien, podemos arreglarnos sacando la puerta del baño y así pasaría la silla de ruedas”. “¿Y tiene agarraderas en el baño?”. “No, eso no”. El diálogo se produjo en un hotel tres estrellas del valle de Calamuchita, pero podría haberse registrado en la mayoría de los establecimientos hoteleros de la provincia y la ciudad de Córdoba.
Mucho falta para que la oferta de alojamiento sea accesible a las personas con alguna discapacidad motriz, pese a las leyes nacionales, provinciales y locales que así lo obligan. La normativa provincial exige “como mínimo dos (2) unidades de alojamiento, con equipamiento adecuado para el uso de discapacitados motrices”, en el caso de hoteles cinco estrellas; y una habitación, como mínimo, en el resto de las categorías hoteleras.
La regla, reflejada en el decreto 1.359/00 de la ley 6.483, sancionada en septiembre de 2000, no alcanza al resto de las modalidades, que son mayoría en los valles turísticos.
De la mínima porción dentro de la oferta de alojamiento que debe adecuar sus instalaciones, no son muchos los que lo hacen. La mayor proporción es de los inaugurados recientemente. “No estamos preparados para recibir a personas con problemas de movilidad. Está en proyecto hacerlo, pero por ahora no podemos”, respondieron a la consulta telefónica en otro hotel de Calamuchita.
En la oficina de Informes Turísticos de Santa Rosa recomendaron dos hoteles como viables para alojar a personas con capacidades diferentes, de los 10 que integran la oferta.
Pero al consultarlos, ninguno de los dos estaba preparado ni tenía las pautas de accesibilidad. Incluso, son muy pocos los establecimientos de alojamiento o gastronómicos que están acondicionados para el ingreso de personas con problemas de movilidad. En Villa General Belgrano, de los 10 hoteles que integran la grilla de oferta de servicios que se entrega a los visitantes, cuatro cuentan con al menos una habitación adaptada.
Por ahora, la exigencia provincial (que rara vez se cumple), se limita a hoteles, de una a cinco estrellas, mientras que el resto de las modalidades, que son mayoría en los valles turísticos (cabañas, posadas, departamentos u hosterías), no tienen obligación de adecuarse.
Ciudad de Córdoba. Las rampas no siempre se encuentran en hoteles y restaurantes
En Punilla. “La ley está, pero no se aplica. Intuimos que pronto lo exigirán: deben instruirnos sobre el alcance”, indicó Ricardo Abdemur, presidente de la Asociación Serrana de Hoteles, del valle de Punilla. “Hay que contemplar la faz económica. Entendemos que es una necesidad que corresponde pero, paralelamente, debemos afrontar las reformas edilicias que no serán pocas”, reconoció.
Jorge Pomponio, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Villa Carlos Paz, señaló a su vez: “todos los establecimientos (hoteles, restaurantes o confiterías) que se están construyendo deben adaptarse a esta ley o no son habilitados”. “Hay que considerar que hay antiguas estructuras y son muy difíciles de adaptar. Tratamos de hacerlo, pero es necesario algún tipo de crédito para afrontar las reformas”, lanzó.
Traslasierra. En Mina Clavero, la accesibilidad en establecimientos turísticos no está regulada desde el municipio. En general, en la principal villa turística del oeste tampoco la vía pública ofrece accesibilidad. Al igual que toda la región.
10% de la población. En Argentina se calcula que alrededor de un 10% de la población padece una discapacidad permanente (motriz, sensorial, mental y otras), además de una cantidad similar e incluso mayor de discapacitados transitorios que ven limitadas sus posibilidades.
Fuente: La Voz