El proyecto tiene como eje fundamental la inclusión y es un modelo de trabajo solidario por parte de Chubut Deportes, Club Andino Esquel, el Centro de Actividades de Montaña (CAM) La Hoya y la Secretaría de Deportes local.
Ricardo Bartolomé, director de Escuelas del Club Andino, explicó que “los campamentos invernales tienen una semana de duración por contingente y se prioriza la organización por tipos de discapacidades y atenciones que cada grupo requiera”.
“Durante agosto trabajamos con chicos con discapacidades intelectuales y con no videntes; en este último caso el monitoreo y el acompañamiento son personalizados, destinamos un instructor especializado por alumno”, agregó.
Las actividades comienzan con la llegada de los participantes provenientes de localidades como Trelew, Comodoro Rivadavia, Trevelin, Rawson, Lago Puelo y Esquel a la residencia deportiva.
El segundo día, los chicos son trasladados a las instalaciones del Club Andino, en la base del centro de esquí, cuyo refugio se transforma en su segundo hogar durante la semana en la montaña.
Allí se les brinda alojamiento con desayuno, almuerzo, merienda y cena, y se les programan jornadas de actividades de cuatro horas en la nieve, repartidas entre la mañana y la tarde.
Bartolomé contó que “los alumnos de la Escuela Politécnica 701 de Esquel desarrollaron el año pasado una silla para ser utilizada por personas con movilidad reducida”.
“Gracias a su aporte, a un mono esquí y la posibilidad de hacer tres huellas en personas con amputación de una pierna, nos aseguramos que todos puedan disfrutar de la nieve”, dijo.
El Programa Esquí sin Barreras se transformó en un referente a nivel nacional, gracias a la captación que tuvo el año pasado su presentación ante las autoridades de la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas Discapacitadas, en Tecnópolis.
La experiencia es un ejemplo de trabajo mancomunado con el municipio y el gobierno de Chubut en materia de discapacidad, con el fin de garantizar que todos puedan disfrutar del esquí y la nieve en La Hoya.
Fuente: télam