Una investigación hecha por estudiantes de la UdeM plantea acercar la industria turística de Monterrey a personas con capacidades diferentes

El turismo generado por personas con algún tipo de discapacidad, llamado turismo accesible, tiene el potencial para reanimar la economía de este sector en una ciudad y sólo requeriría de un impulso a la infraestructura existente.

El área metropolitana de Monterrey podría seguir el ejemplo de destinos turísticos como los que hay en Inglaterra, que, según cifras oficiales de ‘Visit England’, los turistas con alguna condición de salud o impedimento, junto con sus acompañantes, gastan en ese país más del equivalente a 3.1 mil millones de dólares al año.

Y es que si se calcula que el 15 por ciento de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad y solo en México el sector asciende a unos 5.7 millones, se justificaría la inversión que sirviera para dar los primeros pasos hacia un turismo accesible.

Sin embargo, el crecimiento en la economía turística no sería la única razón para la infraestructura actual, a decir de Alejandra Camargo Ortega, profesora de la Universidad de Monterrey, sino también por el tema legal, ya que están protegidos nacional e internacionalmente los derechos de las personas con discapacidad a disfrutar oportunidades culturales y turísticas.

“Estamos perdiendo, de pronto, no solo la parte económica, que es atraer a este segmento de mercado, sino también la parte humana, la oportunidad de que la gente local también disfrute de estos servicios”, indicó.

La catedrática fungió como asesora del Proyecto de Evaluación Final “Evaluación de la accesibilidad de la industria turística de Monterrey: un primer paso hacia el turismo accesible”, realizado por tres alumnas del programa de Licenciado en Turismo Internacional.

En la investigación, a cargo de Fátima Guajardo Galván, Alejandra Lorena García García e Isabel Sánchez Villarreal, se elaboró una muestra de accesibilidad en espacios turísticos del área metropolitana haciendo una evaluación sobre la información de los sitios web así como visitas a los establecimientos y entrevistas con algunos de los gerentes.

En la muestra, se tomaron en cuenta hoteles, museos, restaurantes, parques temáticos o paseos, centros comerciales, recintos para eventos y terminales de transporte (incluyendo el Aeropuerto Internacional “Mariano Escobedo”).

El estudio demostró que Monterrey tiene mucho camino por recorrer para convertirse en un destino turístico accesible, ya que no existe información suficiente ni detallada sobre productos y servicios para este sector de la población y solo algunos espacios consideran medidas para recibir visitantes con discapacidad motriz, pero la situación se torna difícil para los débiles visuales o auditivos.

“En cuanto a la información disponible en los sitios de Internet de los lugares turísticos, se concluye que no facilitan la decisión de visitar un destino o algún lugar en específico, ya que, aunque se brinda algo de información, se enfoca principalmente a las personas con discapacidad motriz”, sostuvo.

Unificar atenciones Camargo Ortega señaló que se pudo comprobar que los espacios turísticos atienden en mayor medida a la gente con discapacidad motriz, pero se ha descuidado mucho las personas que tienen discapacidad visual o auditiva.

Además de esto, en algunos lugares se carece de una cultura para tratar con personas con discapacidad; a veces ni siquiera se les dirige la palabra, sino que el personal habla solo con el acompañante.

Sin embargo, los administradores de los establecimientos tienen buena percepción hacia la gente con discapacidad, reconocen sus derechos y muestran disposición a interactuar con ellas.

“En general, están conscientes de que hay una ley, pero no se saben los lineamientos y tienen limitaciones: no tienen los conocimientos adecuados ni el apoyo financiero para volver el espacio accesible”, precisó.

“Monterrey necesita mejorar su accesibilidad, sobre todo si quiere atraer el segmento de turistas con discapacidad, que aparte de atraer turistas también le va a servir a la población local”, concluyó la catedrática.

El esfuerzo no terminará en la investigación, de acuerdo con Camargo Ortega, sino que, por lo pronto, podría concretizarse una alianza con Codetur para ofrecer capacitación para operadores turísticos de los espacios.

Fuente: El Porvenir

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