En España, tres millones de personas disponen del certificado de discapacidad, que ascienden a cuatro millones si se contabilizan los ciudadanos dependientes y a más de siete si se incluyen a los turistas que eligen el destino en función de su accesibilidad. A nivel europeo la cifra se dispara a 90 millones.

Precisamente, el I Congreso Internacional de TUR4all de Destinos Accesibles de Cruceros, que se celebrará los días 2 y 3 de diciembre en el Hotel Santos Las Arenas de Valencia, abordará aquellos problemas de accesibilidad a los que se enfrentan las personas con discapacidad en un destino de crucero, con el fin de buscar soluciones.

La Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (PREDIF) ha sido la encargada de organizar esta cita, donde intervendrá su presidente, Francisco J. Sardón. Con este evento, se pretende concienciar e implicar a todos los agentes del turismo en esta situación, que no solo afecta a las personas con discapacidad, sino que también a familias con niños en carritos o personas mayores.

Los principales problemas a los que se enfrenta este grupo poblacional en un destino de crucero son:

Problemas con el transporte

Actualmente, la mayoría de las personas con movilidad reducida no se baja de la embarcación en las escalas, no porque no quiera, sino porque las opciones para hacerlo son limitadas. A este respecto, Sardón pone de relieve: “En algunos puertos supone una auténtica hazaña trasladarse del barco a tierra, igual que en muchas ciudades los medios de locomoción no son accesibles: no hay autobuses de piso bajo o con rampa, no hay taxis adaptados, ni tampoco lo están los autobuses de las excursiones organizadas por las compañías…Todo ello dificulta mucho que los cruceistas puedan gozar de independencia en el destino”.

Restauración

Resulta vital que los establecimientos hosteleros estén acondicionados, para que las personas con necesidades de accesibilidad puedan entrar en él sin problemas, en las mismas condiciones que el resto de clientes. “No deberían existir barreras físicas como los escalones en la entrada o accesos estrechos que no se puedan salvar, así como recomendamos, por ejemplo, cartas que sean fáciles de entender, con imágenes o pictogramas, o con códigos QR para personas con discapacidad visual”, reparó el presidente de PREDIF.

Acceso a la cultura

Visitar un monumento, un museo o una calle emblemática puede convertirse en un verdadero calvario para las personas con movilidad reducida o discapacidad, debido a las barreras arquitectónicas que presentan.

Dificultades en la comunicación

No obstante, las personas con discapacidad no solo se encuentran con este tipo de barreras. Aquellas que presentan discapacidad auditiva o intelectual a menudo tropiezan con desigualdad de oportunidades. Para revertir esta situación, resulta fundamental contar con “pictogramas, bucles de inducción magnética o intérpretes de Lengua de Signos Española”, tal y como señala Sardón.

Falta de formación

Otro aspecto que condiciona la experiencia del viaje de este grupo poblacional es la falta de formación, en accesibilidad, entre los profesionales del sector turístico. “En algunas ocasiones no es un problema de que no exista, sino de que los propios trabajadores no saben que cuentan con recursos accesibles. En muchas ocasiones no tienen ni la información ni la formación necesarias, para atender a clientes con discapacidad o a quienes necesiten apoyos en su experiencia turística”, reparó el presidente de PREDIF.

Cabe destacar que PREDIF ha contado con la colaboración de Turisme de Comunitat Valenciana, de la Associazione Italiana Sclerosi Multipla (AISM) y de Accesible Portugal para la organización de este evento. También, con el apoyo de European Network for Accessible Tourism (ENAT) y Cruises News Media Group.

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