La seguridad se interpone a menudo entre las personas con discapacidad y viajar en avión. Las normas de la Comisión Europea permiten a las aerolíneas alegar motivos de seguridad para impedir que un pasajero con limitaciones físicas o psíquicas embarque en uno de sus aviones.

Según las personas con discapacidad, lo que se interpone entre ellos y coger un vuelo es la propia aerolínea. Hace años que varias asociaciones critican esta actitud de las compañías aéreas y las trabas que suponen para los afectados emprender un viaje en avión. Lo consideran una discriminación y aseguran que, últimamente, la situación ha empeorado.

“TE ENFRENTAS A QUE NO TE DEJEN VIAJAR”

Coger un avión no es fácil para las personas que padecen alguna limitación física o psíquica: es una odisea. “Te enfrentas cada vez a la posibilidad de que la compañía aérea no te deje volar”, asegura Luis Alonso, el gerente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).

Son varios los casos que han trascendido en los últimos tiempos. El último, el de un joven español sordociego que se encontraba estudiando un Erasmus en Londres al que Ryanair negó la asistencia en vuelo para volver a Madrid. Otro de los sucesos que se hizo viral fue el de un británico, con las piernas amputadas, que aseguraba en marzo que los empleados de la aerolínea irlandesa le obligaron a arrastrarse hasta su asiento del avión en el aeropuerto de Málaga.

LAS BAJO COSTE

El Cermi ha convocado para el sábado, día 21, una protesta en la terminal 1 del aeropuerto de Madrid para denunciar la situación. Las quejas se centran en Ryanair, que ha protagonizado los últimos casos, pero es extensible a las demás compañías.

Desde la aerolínea de bajo coste se defienden y aseguran que “miles de pasajeros que requieren asistencia especial eligen volar con Ryanair cada semana”. Fuentes de la empresa afirman que el servicio se desarrolla “habitualmente con normalidad” y que están “orgullosos” de la atención que ofrecen a todos sus clientes.

UN PROBLEMA DE AUTONOMÍA

Aun así, las asociaciones de personas con discapacidad indican que, en especial, son las compañías de bajo coste las que han dado más problemas últimamente. Cuando ponen problemas, suele ser porque el pasajero en cuestión viaja solo.

En el caso de que se presente con un acompañante, las aerolíneas consideran que la seguridad es mayor, según cuenta Alonso. “Las personas con alguna discapacidad, ya sea física o psíquica, podemos ser autónomos, pero nos faltan apoyos”, lamenta.

Fuente: Cronica Global

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