Rumbo al Annapurna, la montaña maldita, Carlos Soria tendrá tiempo de pensar en un reto deportivo, pero también en un proyecto social: la puesta en marcha de dos colegios en rincones aislados de Nepal. Lugares donde no pisa el turismo que acude, por ejemplo, al Khumbu, la región más conocida del Himalaya gracias al Everest. Soria aspira a convertirse, a sus 77 años recién cumplidos, en la persona de más edad en alcanzar la cumbre de las 14 montañas más altas del planeta (ha escalado nueve pasados los 60 años). Esta primavera atacará el doblete Annapurna-Dhaulagiri, que ya intentó sin éxito la temporada pasada. Si sus pasos le llevaran al Everest, las autoridades del país asiático tal vez lo vetarían. Por viejo.

La reciente muerte en el Aconcagua (6.960 metros), techo de América, del japonés Mikihito Fujimori, de 76 años, ha reabierto el debate sobre los límites de la edad para escalar una gran montaña. Fujimori falleció a unos 200 metros de la cumbre tras sufrir una caída y golpearse la cabeza. En 2008, con 68 años, hizo cumbre en el Everest (8.848). No es el alpinista de mayor edad en lograrlo: su compatriota Yuichiro Miura holló la cumbre del techo del mundo en 2013, con 80 años. Un tipo reincidente: lo había hecho con 70 y con 75 años.

Control de discapacitados

La férrea voluntad de estos «abuelos de las nieves» ha disparado las alarmas en el Gobierno de Nepal, que estudia imponer un rango de edad de entre 18 y 75 años para subir el Everest. Si Miura es el más anciano en lograrlo, el más joven es el estadounidense de 13 años Jordan Romero (su compatriota Tyler Hamilton, de 11 años, ha anunciado su intención de subir esta primavera para batir el récord). Hasta ahora, 20 alpinistas menores de 18 años y tres mayores de 75 han hecho cumbre en el Everest desde Nepal, según datos de la Himalayan Database. Nepal también negará permisos de escalada a discapacitados que no puedan subir el coloso por ellos mismos. Es probable que miraran con lupa al estadounidense Kyle Maynard, un montañero sin brazos ni pies que esta misma semana logró hollar el Aconcagua sin ayuda.

«Nepal tiene un montón de gente cada año para subir el Everest. Que sus autoridades hagan lo que quieran, pero me molesta que me aparten por la edad», confiesa Carlos Soria a ABC la víspera de su viaje al Himalaya. «Hay alpinistas más jóvenes que yo y bastante peores. A lo largo de mi carrera no le he costado un duro al seguro. Creo que hay un problema de capacitación más que de años. Eso sí, lo de los niños me parece una barbaridad y hay que controlarlo».

El aventurero y escritor Sebastián Álvaro, creador del programa de televisión «Al filo de lo imposible», rescata una cita del duque de los Abruzos, legendario montañero, explorador y geógrafo italiano: «Esto es la hipocresía de los hombres civilizados. Meten en el campo base a 1.500 personas, que producen montones de basura, hacen sus necesidades y contaminan el agua del glaciar, y se preocupan de la edad. Es una cacicada».

«Lo que hace Carlos Soria no es habitual, pero está preparado», añade. «Si los nepalíes quisieran controlar seriamente, prohibirían las botellas de oxígeno; sería bueno para el medio ambiente y para el fair play deportivo. El Everest dejaría de ser una feria de vanidades y se acabaría con la corrupción de algunas empresas que llevan turistas, no alpinistas. Lo de los menores es correcto. Pueden tener el cuerpo formado, pero no la cabeza para tomar decisiones de vida o muerte a ocho mil metros de altura».

Fuente: ABC Deportes

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