Una vecina de Valsaín ha reclamado contra La Sepulvedana por las contantes averías y por no habilitar otro medio de transporte

Gota a gota, el vaso de la paciencia de Isabel Martín se ha desbordado, a pesar de que las últimas noticias que ha recibido expresan la buena voluntad de La Sepulvedana de subsanar las deficiencias en su servicio adaptado a personas con discapacidad.

La compañía le llamó hace unos días con el compromiso de que no vuelva a suceder lo que detonó la última y más sonada queja de esta usuaria, vecina de Valsaín, que necesita de una silla de ruedas para moverse.

Tal y como tiene establecido la compañía de transporte por carretera, los pasajeros que no se valen por sí mismos han de pedir el servicio especial adaptado con un día de antelación, relata la afectada. Así lo hizo.

Eligió el autobús de regreso desde la capital segoviana que parte de la terminal de Ezequiel González a las 20:15. Pero entonces se encontró con un problema que, por desgracia, no era nuevo para ella. El conductor me dijo que no podía montarme porque la plataforma no iba, recuerda Isabel.

La viajera damnificada añade que no era la primera vez que veía abortado su trayecto por una supuesta avería en la rampa de acceso habilitada para personas con discapacidad.

Cuando le pregunté para que me facilitara un taxi me dijo que me buscara la vida.

El desaire le enojó más que lo de la plataforma. Pero Isabel insistió en que no podía quedarse así, sin poder desplazarse a su casa de Valsaín. Había que hacer algo, buscar una solución.

Entonces intentó subirme a pulso al autobús pero no quise porque creía que podía correr peligro.

Al final, sus tíos acudieron a la llamada de auxilio y presentaron una reclamación contra la compañía por un servicio adaptado que no había prestado.

Me quedé en Segovia tirada dos horas, recuerda la afectada.

También ha formalizado la queja al servicio de Fomento. En ella plasma la frecuencia con la que se rompe la plataforma. Ya me ocurrido cuatro o cinco veces, señala Isabel; pero sobre todo subraya que si no funciona, no puedes dejar a nadie en la calle.

La Sepulvedana ha llamado a esta usuaria para comprometerse a fletar un taxi cada vez que la rampa esté averiada y no pueda acceder al autobús.

Fuente: Disxubre

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