«Vienen a disfrutar y se les nota. Están, mínimo, una semana, quieren participar de toda la oferta turística de la ciudad y nunca tienen una mala palabra. Además, hacen un importante desembolso económico». Inés Lázaro, directora del Hotel Asturias, describe al turista ideal, un perfil que encaja como un guante, con el turista con discapacidad. El sector turístico gijonés se vuelca en este segmento de la población, cada vez más mayoritario, que ha dejado de ser un visitante ocasional, que contribuía a mejorar la cuenta de resultados fuera de temporada. Ahora es ya una pieza clave en los ingresos estivales.

Sobre todo, este año, «en el que se han disparado los grupos», asegura Lázaro. La directora del Hotel Asturias recuerda que «siempre hemos tenido clientes con problemas de movilidad. No es algo novedoso, pero no tantos como este año».

Ella dirige uno de los cinco hoteles gijoneses que lucen en su puerta el sello ‘Accesibilidad Universal’. El concedido por la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (Predif). El organismo trabaja con Gijón Turismo en un programa para multiplicar la accesibilidad de la ciudad. De momento, son cinco los hoteles que cuentan con el sello, así como tres establecimientos de hostelería, los servicios de información turística y el autobús, así como los equipamientos turísticos Acuario, Jardín Botánico Atlántico, Parque Arqueológico de la Campa torres, la Villa Romana de Veranes, Talasoponiente y la playa de Poniente.

Eso no significa que el resto de la ciudad no sea accesible. «El trabajo de los últimos años en eliminar las barreras arquitectónicas se ha multiplicado», asevera la concejala de Bienestar Social, Eva Illán. Y Predif lo refrenda, ya que en su web destaca los paseos de Fomento y Muro de San Lorenzo, así como la plaza Mayor y, en general, el centro, «muy peatonalizado».

«Entiendo al del pub»

Unas palabras que también apoya Raúl López. Coordinador del Uface San Fernando, encabeza un grupo gaditano formado por 13 personas con discapacidad y siete monitores. «De los 13, cuatro son usuarios de sillas de ruedas. Hemos dado una vuelta y no hemos tenido problemas».

Ellos han cogido el testigo en el Hotel Asturias que dejaron los integrantes del grupo Aspace Huesca, que saltó a la fama después de que, tal y como adelantó EL COMERCIO, el propietario de un pub gijonés les ‘invitara’ a abandonar el local. López no vivió nunca una situación parecida, pero sí «entiendo al del pub. No comparto, lógicamente, lo que ha hecho, pero es que aunque hemos mejorado en barreras arquitectónicas, siguen las barreras sociales. Esas son peores».

Tanto como para que «haya cierto público que deje de entrar en un local en el que hay un grupo grande de personas con discapacidad. Nosotros lo hemos visto. Estar todos tomando algo en un pub y, de cada diez clientes que se asoman, solo uno entra».

Para que eso cambie, aboga por la integración. «No queremos biombos, ni fiestas privadas, queremos socializar». En Gijón, están dispuestos a quemar la noche. «Nos han hablado de la Semana Negra y vamos a patearla». Atentos a sus palabras, algunos de los miembros del grupo apuntillan: «Hasta las cuatro de la mañana». Y eso, después de diez horas de bus desde Cádiz.

Fuente: El Comercio

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