Un relevamiento propio realizado en el microcentro corrobora que gran parte de la hotelería de dos estrellas no está preparada para recibir a personas con movilidad reducida o que padecen discapacidad motriz.

Es común que no haya rampas de acceso y que los sanitarios no estén acondicionados con barrales próximos al inodoro y a la ducha, previstos en la legislación nacional y municipal.

En algunos, la puerta de los ascensores es tan angosta que es imposible que una silla de ruedas pueda ingresar.

Por citar un ejemplo, en un hotel ubicado en la calle Laprida, en Nueva Córdoba, no hay rampas de acceso aunque la puerta principal es lo suficientemente ancha como para que ingrese una silla de ruedas.

No obstante, entre la entrada principal y las veredas hay desniveles para ingresar al edificio. En este hotel sólo disponen de una habitación en planta baja adaptada para personas discapacitadas tanto por el tamaño del baño como de la habitación. Pero advierten que en el sanitario no hay barras agarramanos.

Otro establecimiento, sobre San Jerónimo 60, no tiene rampas de acceso, hay escaleras y la puerta del ascensor tiene 0,70 metro de ancho, por lo que es imposible ingresar con una silla de ruedas, que requiere más de 0,80 metro.

En otro hotel, sobre calle Paraná, si bien no tienen una rampa fija, disponen de una móvil para casos en que ingresen personas con movilidad reducida.

La puerta del ascensor y las de las habitaciones son anchas pero los sanitarios no están preparados.

En un hotel de 25 de Mayo no hay rampas de acceso y existe un solo acceso principal con escaleras.

Los establecimientos de más categoría sí suelen cumplir con la norma. El hotel Windsor (cuatro estrellas) ubicado en Buenos Aires 214, tiene en el ingreso principal una rampa móvil y la puerta principal es lo suficientemente ancha para que pase una silla de ruedas. Aunque es de vidrio, tiene varios barrales de bronce que la identifican claramente. En el salón desayunador que está en el quinto piso hay una rampa para que pasen sillas de ruedas sin inconvenientes.

También existe un baño para discapacitados en planta baja.

Proyecto.
Un proyecto elaborado por la Agencia Córdoba Turismo, complementario y superador al decreto 1.359, contempla, entre otras cuestiones, la exigencia de accesibilidad y habitaciones adecuadas para discapacitados motrices a todos los establecimientos, de todos los tipos, modalidades y categorías.

En Villa General Belgrano, una ordenanza de hace 10 años establece que “todas las modalidades de alojamiento deberán contar como mínimo con una habitación para personas con problemas de discapacidad”.

La Agencia propició mejoras en este aspecto en destinos como Alta Gracia o Santa Rosa de Calamuchita, entre otros, pero aún falta demasiado por hacer.

Fuente: La Voz

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